14 de febrero día de San Valentín (amor y la amistad)

Inicialmente, la festividad del 14 de febrero, hacía alusión a un santo romano de nombre Valentín, se dice que para el año 496 d.C se instauró este festejo para erradicar las celebraciones paganas, en las cuales serían golpeadas las mujeres con látigos de cuero de animales recién sacrificados, estos con la finalidad de pedir a los dioses paganos la fertilidad de la mujer. No obstante, la confusión a causa del nombre de Valentín ha dado de qué hablar, ya que durante la historia, han existido varios santos con ese nombre. Sin embargo, por estos años, el papa Gelasio, sería el precursor de la festividad en honor a San Valentín, un hombre que se dedicó a casar a los enamorados, ya que para entonces, estas uniones cristianas estaban prohibidas por los romanos. No obstante, era posible para este santo buscar distintas formas de casar a las parejas. Eran tiempos de persecuciones, y a la vez de la famosa cristianización.

La consecuencia final del honor al santo, es que representaba el amor genuino, irónicamente basado en la frase de: dar sin recibir. Y fomentar la unidad entre los seres humanos, respetándose unos a otros y manifestando la igualdad y sobre todo el amor. Cosa que en cierta forma se ha deteriorado más y más.

Con el paso del tiempo, la comercialización del festejo tuvo dos intenciones, la primera era vender, y la segunda llevar a todos los rincones de cada país este festejo para dar a conocer los motivos de tal evento. Sin embargo, poco a poco caería en conceptos distintos a los ya conocidos. Las empresas y los productos que ofrecen, así como las tiendas, se han encargado de convertir esta fiesta en un tumulto de gastos y derroches. Idealizando el 14 de febrero con la idea magna de que mientras más gastes y regales, más valdrá tu afecto hacia la persona. Es muy común ver personas que se sienten obligadas a tal fiesta con tal de involucrarse en la demanda social. En otros lados se considera como un vicio consecuencia del consumismo y como última instancia, una excusa exacta para comenzar a idealizar la fecha para fines personales, otros de tipo sexual y sobre todo, el comercial que bien les va a muchos.

No es de extrañar que para algunos, esta fiesta sea un verdadero fraude. Para otros, una buena oportunidad para demostrar efectivamente lo que se siente por otra persona. Lo que sí es una realidad, es que seguirá siendo un festejo para todos, y que pasarán muchos años para que pueda ver su final (cosa que en verdad dudamos).

¿Así que, ¿qué sigue? ¿El 14 de febrero será año con año una fiesta de usos y abusos o recuperará su verdadero significado? Eso no lo sabremos más que con el paso de los años.